Cuatro claves para elegir la pala de pádel perfecta

Elegir tu primera (o tu nueva) pala de pádel, es una decisión muy importante. Tu estilo de juego será determinante para que la pala que elijas se adapte a ti proporcionándote esa comodidad y confianza que te ayude a evolucionar. Además, es importante saber que una elección equivocada puede generar mucha frustración e incluso, en algunos casos, llegar a generarnos lesiones.

El universo de las palas de pádel es infinito y puede constarnos saber por dónde empezar a elegir esa nueva extensión de nuestro cuerpo que nos acompañará en las pistas. Existen innumerables combinaciones de formato, balance, peso, goma y materiales que te ayudarán a mejorar la técnica y evitar lesiones.

Para ayudarte en este complicado proceso, hemos preparado una serie de factores clave a tener en cuenta cuando llegue el momento de comprar tu nueva pala.

Forma de la pala, un factor fundamental 

Probablemente la forma de la pala sea uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir una pala. Esta forma definirá nuestro estilo de juego en la pista. Por lo general podemos encontrar tres tipos de forma diferentes: diamante, lágrima y redonda.

  • La forma redonda es perfecta para jugadores que están empezando ya que su superficie de contacto óptima, lo que llamamos punto dulce, es mayor que en otros formatos. Esta característica nos ayudará a que nuestros golpes sean eficaces y no perdamos control. El modelo Air Kaos es un ejemplo perfecto de este tipo de formato.
  • La forma de lágrima se adapta mejor a jugadores que cuentan con un nivel medio o avanzado. Es un formato muy polivalente, no tiene un punto dulce tan amplio como la redonda, pero nos proporciona un plus en potencia sin perder nivel de control. Nuestros modelos favoritos en este tipo de formato son: Air Boom, Animal Full Carbono, Nuclear Full Carbono y Victory.
  • La forma de diamante proporciona mayor potencia, sin embargo, su punto dulce es menor, lo que implica que si no golpeamos bien la bola dentro de la superficie óptima, esta puede quedarse muerta y no pasar al campo rival o, si pasa, será con un golpe muy difícil de ajustar. Es un formato perfecto para jugadores con un nivel intermedio/alto, con una técnica suficientemente depurada como para exprimir al máximo este formato. El modelo Black Air es un buen ejemplo de este tipo de pala.

El balance, punto dulce de la raqueta 

Por norma general, la forma de la pala determinará el balance de esta, es decir, la distribución del peso y el lugar o punto dulce donde el golpe será más preciso.

Las palas con balances bajos nos proporcionarán una mayor manejabilidad, a costa de perder un poco de potencia. Los modelos con balance medio se sitúan en un punto intermedio, proporcionando una muy buena potencia y una gran manejabilidad. Y, por último, las palas con un balance alto, dirigido hacia la parte superior, nos proporcionarán una mayor potencia en los golpes, a costa de reducir la manejabilidad. Por ello, recomendamos estas últimas a jugadores que ya tienen bastante experiencia. 

Esto no quiere decir que todas las palas con estos formatos se comporten igual, existen gran cantidad de factores que influyen en la pala y la combinación de sus componentes le da unas prestaciones u otras. 

¿Palas duras o palas blandas? El efecto muelle 

Otro factor importante a tener en cuenta es la dureza de la pala. Las podemos dividir en dos grandes categorías: palas duras y blandas.

  • Para jugadores principiantes, las palas blandas son más recomendables, ya que nos ayudarán en la salida de bola. Algunas palas blandas que puedes encontrar en Pádel Pro 365: Victory, Air Kaos, etc.
  • Para jugadores avanzados, las palas duras serán la mejor opción. Evitan el conocido como “efecto muelle”, es decir, la bola no se hundirá tanto en la pala, por lo que no absorberá la fuerza que imprimimos y nos transmitirán mayor potencia y control. Si estas son tus preferidas, te recomendamos el modelo Nuclear Full Carbono.

Pero ¿cómo sabemos si una pala es dura o blanda? La goma y el tipo de fibras en las caras determinarán la solidez de la pala. A grandes rasgos, podemos distinguir dos tipos de goma: la goma EVA y la Goma Foam o polietileno. Mientras que la primera nos ofrece un tacto entre medio y duro, la segunda ofrece un tacto más blando. Es importante saber que a medida que aumenta la densidad de la goma veremos cómo aumenta la dureza, la goma de polietileno ofrece un tacto más blando.

¿Fibra de carbono o fibra de vidrio?

Con respecto a los tipos de fibra en la cara, distinguimos entre fibra de carbono, que ofrece mayor durabilidad y dureza, y fibra de vidrio, que dotará a la pala de un tacto más blando y una durabilidad ligeramente inferior.

El peso de la pala marca la manejabilidad y potencia

El último factor a tener en cuenta es el peso. Normalmente, las palas de pádel oscilan en pesos entre 350 gramos y 380 gramos. Una pala con un peso muy bajo será muy manejable, pero requerirá de un mayor esfuerzo a la hora de golpear. Por el contrario, una pala con un peso muy elevado será menos manejable, lo que producirá un mayor desgaste en nuestro brazo, pero a cambio requerirá imprimir menos fuerza en los golpes.

En definitiva, lo más importante a la hora de elegir nuestra pala es conocer nuestro estilo de juego y nuestro nivel. Una vez sepamos esto, decidiremos entre los factores anteriores cuáles se adaptan mejor a nuestras necesidades y, sobretodo, qué pala los reúne y nos acompañará en un futuro en las pistas. Es importante no agobiarse y tener en cuenta que cada pala y cada jugador es un mundo, pero si necesitas ayuda, puedes preguntarnos lo que necesites en los comentarios de abajo.

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