Cuando pensamos en el padel, nos llama a todos la atención que, aunque esté creciendo por toda Europa y América a ritmos agigantados, se juega fundamentalmente en España y en Argentina.
Pues, aunque resulte extraño, el padel nació en Acapulco (México) allá por el año 1962, cuando un enamorado del frontón llamado Enrique Corcuera utilizó parte de su finca, haciéndola cercar por unas paredes en los cuatro lados para que la vegetación no invadiera la pista y para que la pelota no se adentrara en la finca del vecino. Así pues, se construyó la primera pista de padel, de 20 x 10 metros y con paredes de 3 metros de alto.
¿Cómo llegó el padel a España?
Un amigo español de Enrique, llamado Alfonso de Hohenlohe, marbellí de nacimiento y promotor inmobiliario perteneciente a la nobleza, visitó a éste en uno de sus viajes por negocios, y se quedó impresionado con lo que Enrique había creado. Corría el año 1974 y, un año después, Don Alfonso ya había construido dos pistas de pádel en la costa del sol. Realizó unas pequeñas modificaciones en el reglamento y en el tamaño de la pista.
Entra aquí un primer argentino, Julio Menditegui, amigo de Don Alfonso y que, de nuevo, queda fascinado con este extraño deporte. Puesto que también era un millonario hombre de negocios y con grandes contactos en Latinoamérica, decide llevarlo a Argentina y, desde ahí, hacerlo crecer.
Y vaya si lo hizo, en poco más de un lustro, el pádel se convierte en el segundo deporte más practicado de Argentina, y poco a poco comienza a extenderse por países vecinos. Así llega a Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay.
Profesionalización del pádel y crecimiento moderado en España
Corre ya la década de los 80. Mientras en Argentina el padel crece a pasos agigantados, no ocurre lo mismo en España. Si bien es cierto que poco a poco va ganando adeptos a lo largo de la Costa del Sol española, la gran influencia que ejerce el tenis provoca que el desarrollo del pádel en España no llegue hasta mediados de la década de los 90. Sin embargo, sí se van dando pasos importantes para su regulación.
El pádel comienza a cimentarse como deporte regulado
En 1987 se constituye la Asociación Española de Padel, que será la encargada de acelerar el crecimiento de este deporte
En 1991 se crea en Madrid la Federación Internacional de Padel
En 1993 se reconoce al pádel como modalidad deportiva
En 1997 nace la Federación Española de Pádel, que hará notables progresos en la regulación del pádel
En 2005 sale a la luz el Pádel Pro Tour (PPT), creando un ranking mundial y compitiendo jugadores de Latinoamérica y de España.
En 2013 el PPT cambia de nombre por el World Padel Tour (WPT) y aparecen los grandes nombres del padel contemporáneo, como Fernando Belasteguin, Pablo Lima, Paquito Navarro, Miguel Lamperti o Juan Martín Díaz. A su vez, comienzan a salir los primeros nombres del padel femenino, surgiendo Carolina Navarro, Cecilia Reiter o Mapi Sánchez.
Por fin, llegamos a la actualidad, siendo uno de los principales deportes de España y Argentina, y creciendo notablemente en otros países de todo el globo, como Estados Unidos, Holanda, Italia e incluso Emiratos Árabes Unidos.
No sabemos por dónde se desarrollará en los próximos años, pero parece que a este precioso deporte le esperan años de enorme crecimiento por los cinco continentes.
